martes, 27 de diciembre de 2011

Cemento.

Recorro las horas muertas serpenteando calles sin nombre. Levanto la cabeza  solo para recordar que no estoy donde debería estar. Sin embargo, me doy cuenta de que no soy yo el que se ha perdido, si no que es el resto, que se empeña en andar equivocadamente por su dirección correcta .Yo me rebelo contra el mundo y dejo caer mi cuerpo sin rumbo, por esta ciudad que ni conozco ni entiendo, las aceras sin recuerdos. Todo esto no significa nada para mi, tan solo veo bloques, ladrillos, mausoleos de cemento. Triste escaparate de algo que creímos ser; un columpio abandonado entre los matorrales.

Sigo andando y veo nuestros cuerpos reventados sobre el asfalto. Sudor frio en mis manos. Me gustaría aprender a caminar hacia atrás, así podría empezar a desandar el camino y buscar todo aquello que he perdido, o simplemente recordar el momento en el que dejé de creer en el mundo.

Silencios sobre un bálsamo de ideas, palabras… Ahora si, me he perdido en mi.



Después de la alegría,
después de la plenitud,
después del amor,
viene la soledad.

Conforme, pero, 
que vendrás después
de la soledad.

A veces no me siento 
tan solo si imagino,
mejor dicho, si sé
que más allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estás vos.

Aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.


Mario Benedetti.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Definición de sangre.

Tócame, te dije con la voz enrojecida. Tócame te dije. Tócame hasta allí donde pensaba que nadie podía llegar. Utilízame, desgárrame, recíclame. Desdibuja mis contornos. Coge de mi lo que quieras y reconstrúyeme. Conviérteme en tu puzle. Entiende que mi cuerpo es tuyo, y devórame. Trocéame, tritúrame hasta convertirme en carne picada. Cógeme y guárdame en tu bolsillo, así me tendrás cuando lo necesites. Deja que te acompañe hasta donde termina el universo.

Arde, arde conmigo, ardamos. Ardamos en la noche más oscura.

Sólo te pido una cosa: acompáñame en este salto. Cógete de mi mano y subamos juntos a ese trampolín. Es fácil, salto mortal, triple tirabuzón hacia atrás, y el infinito se quedará corto para todo lo que nos queda por vivir.


"Y que yo pueda, al fin, correr en fuga loca, 
inundando las tierras como un río terrible, 
desatando estos nudos, ah Dios mio, estos nudos 
destrozando,
quemando, 
arrasando
como una lava loca lo que existe,
correr fuera de mí mismo, perdidamente, 
libre de mi, furiosamente libre.
¡Irme,
Dios mio,
Irme!


Pablo Neruda



sábado, 19 de noviembre de 2011

Filólogo frustrado.

Somos.

Somos momentos que nunca se irán. Somos los capitanes de una nave siempre a la deriva. Somos unos idiotas que bailan Raphael por la calle. Somos dos gigantes entre el humo. Somos campo verde, oleaje y precipicios. Somos compañeros, amigos y/o amantes. Somos la última nota de un suspiro entre tus dientes. Somos preciosos, sesis, muapos y más bonitos que cien platos de lentejas.
Somos una mañana que ya no terminará jamás. Pero también somos tarde, noche y mediodía. A veces incluso somos madrugadas de cielos plomizos.

Somos, ¿no es espléndido?
Presente, primera persona del plural. Nunca un tiempo verbal me había hecho tan sumamente feliz. 


"Pero veo y palpo mares tranquilos, calor, playas limpias, animales sanos y en libertad, armonía, placer, cariño, amor, ternura, cielos despejados sin más agua que la que lloremos al querernos"

miércoles, 19 de octubre de 2011

Soplarle al viento.

Son las 12:30 de la mañana. Un susurro de aire fresco recorre mi espalda. Suspiro. La ciudad parece dormida,  en silencio. Las sombras de los árboles esconden nudos por descubrir, y entre las hojas riela un sol taciturno. Me gustaría sentarme a descansar, en un banco, y ver como el mundo fluye. Todo está en calma, nada se mueve, pero todo está en marcha. 

Hace frío, y yo me quito la chaqueta. Quiero sentir su abrazo, y que me penetre, para que anide, dentro, en mi anatomía ósea. Así conseguiré echar los restos de calor de mi cuerpo. El calor que me confunde y me descoloca. Ese que calor que detesto, que me convierte en un ser irracional, en víctima de mis propios crímenes. 

Necesito este frío. Me estabiliza. Siento como me voy congelando, pegándome, sin darme cuenta, al cemento. Ahora, esta ciudad de piedra y daga se vuelve amable, conocida, manejable. Los edificios se desmoronan para construir otros mejores. Otros que no zozobren con el viento.

Recorro un mundo en calma, que gravita involuntario a mi alrededor. Los zumbidos de la carretera se vuelven armoniosos. No hay ruido, y si lo hay no importa, porque veo, reflejado en los ojos cansados de un anciano, una verdad translúcida. Lo esencial no es invisible a los ojos. Está en los ojos, en tus ojos. Tu mirada, que no me hace falta ver para contemplar. 

En el reloj ya no hay huecos.
12:30 de la mañana.
Sonrío y pienso, otoño, al fin.

"Y volvió hacia el zorro:

-Adiós -dijo.

-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.

-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.

-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.

-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...

-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse."

El Principito - Antoine de Saint-Exupéry


martes, 11 de octubre de 2011

Lo que fuimos

Está sucio el cajón de los años sin nombre, sobre esta tierra baldía que llamamos sueño. Aprenderás mil palabras sin sentido, que te prometerán cielos rojizos. Sin duda, verás retratos en el espejo que desconocías, y una arruga, será una calamidad. Bendita calamidad. Mis pies se funden en la tierra al ver la ternura de un gesto que jamás llegaré a conocer. Porque aquello que fuiste ya no está, se fue. Pregúntate ¿cuántas veces has sido?¿cuántas veces has girado en tu vida?¿cuántos cometas has llegado a conocer? 

Si llegas a conocer la respuesta entenderás porque, en el impasse que hay entre las noches y cielo, se hiela la piedra. La piedra con la que volverás a tropezar. No te des prisa, no corras, aunque el camino se encuentre liso y soleado, torcerás el gesto ante tu fiel compañera. Volverás al punto de partida, siempre a ese momento en el que, sin saberlo, empezó a girar la rueda de tu destino. Te sangrará la nariz, suspirarás, y no te quedará más remedio que empezar, otra vez.

"Quiero evitar la baldosa que baila, y va y me pisa el pie el invierno."
Te debo un baile - Nueva Vulcano

domingo, 25 de septiembre de 2011

Invencibles


Míranos bailando, que bellos, allí arriba, dónde nos sentimos invencibles, inmortales. Voy a hacer, como entonces, a fingir que conozco los pasos. Es sencillo, izquierda, derecha, izquierda, derecha, y nadie se dará cuenta de que no se bailar. Vamos a fingir que se lo que hago, que estos largos veinte años han servido para algo.
Venga, vamos a seguir adelante. Engañémonos, vamos a auto convencernos de que no hay humo. Aparentemos, simulemos, falseemos. La realidad es tan solo un muñeco de barro. Echaremos los dados al aire, y apostaremos a que saldremos tu y yo. Ganaremos millones. Porque así, juntos, mientras te acaricio los dedos de la mano, siento que soy capaz de todo.
Míranos bailando, que bellos, allí arriba. Dónde nos sentimos invencibles, protegidos, de todo, de todos, de nosotros mismos.

- Alfil a 8
- Pero Pedro, ¿qué dices? Si ni siquiera sabes cómo se juega al ajedrez.
- Cállate, que nadie se de cuenta.



martes, 13 de septiembre de 2011

Lo irracional.

Estaba tirado en su cama, desnudo, tapado solo a medias por una ligera sábana. Él le estaba mirando, sentado, apoyado en el respaldo, mientras se fumaba un cigarrillo. Sabía que lo observaba y se hacía el dormido. Sabía que en ese momento él lo deseaba con todo su cuerpo, que desearía estar comiéndole a besos en vez de estar fumándose ese cigarrillo. Lo sabía, y le encantaba saberlo. Por eso se movía, lentamente, para que su cuerpo, ligero, fino, le impidiese mirar hacia otro lado. Quería que no lo dejase de mirar jamás.
Pero entonces, por alguna razón, él estrelló el cigarro en aquel cenicero improvisado y levantándose de la silla, se marchó. Su cerebro se instaló en la irracional idea de que el no volvería, y su cuerpo no pudo contenerse.Se formó así, dentro de si, un núcleo severo, que le fue corroyendo como el ácido. Sintió ganas de desgarrar el mundo a pedazos, mordiendo la fina capa que separa las expectativas de la realidad. El corazón se le paró, a la espera de escuchar el gemido del pomo al moverse. Y llorando, reprimió un grito mordiendo la almohada mojada, mientras el núcleo de lo irracional le gritaba lo que no quiso entender mediante la razón: "¡Lo quieres! Tu también lo quieres"

"De vez en cuando, en los días de viento, bajaba hasta el lago, y pasaba horas mirándolo, puesto que, dibujado en el agua, le parecía ver el inexplicable espectáculo, leve, que había sido su vida."

Alessandro Baricco - Seda

lunes, 5 de septiembre de 2011

El puto jorobado.

Las puertas del cielo se abren, suenan trompetas desde los mas hondo, y un pobrecito jorobado se empeña en hacer replicar las campanas. Todo serán sonrisas, abrazos y alegres felicitaciones. Y me creeré que vivo en una de esas estúpidas canciones de amor que tanto me gusta escuchar cuando me dejo perder entre los pliegues de mis sábanas.

¡Oh! Que bella es la vida en esos gloriosos momentos de irrealidad. Todo está tan claro, tan lúcido, que por unos instantes creo saber que al final del camino hay una luz de esperanza. Empezaré a caminar, recto, y rebosará la prosa que sabe más que yo, y el verbo que cabalga invertido, me llevarán hacia la infinita ilógica del momento preciso en el que no pase nada. Absolutamente nada. Los arcángeles estupefactos, dejarán de hacer sonar sus celestiales trompetas, y se preguntarán que ha pasado. Y yo les contestaré rabioso ¡NADA!¡Absolutamente nada!

Retornaré al mutismo incómodo de mi existencia, donde se hacen largas las noches y el frio atenaza. Volveré a la desesperanza del que nunca ha mirado al frente con valentía. Frecuentaré otra vez los juegos de miradas vacuas frente al espejo, y a soñar que dormimos, tu yo, juntos. Me instalaré, en fin,  en el insoportable nihilismo del que cree que algo tiene que suceder, pero que no quiere comprender el qué. Lo se, se que será así. Y no dejarás nada tuyo en mi, absolutamente nada.

Pero ahí seguirá el puto jorobado, con sus dings y sus dongs. Tan caprichoso siempre, haciendo lo que le place. Tocando las campanas hasta que no queden ya fuerzas, ni a él ni a mi. Con su ding y su dong. Hasta que nada tenga ya sentido o hasta que le sangren las manos, hasta incluso después de que todos hayan ya olvidado porque había que abrir las puertas del cielo. Y entonces, cuando en la mano muerta del jorobado solo quede sudor, se instalará un silencio abrumador, una arcada, y el eco lejano de los dingdongs serán el coro del último disparo errado al aire. Pero no se oirá nada, absolutamente nada.


P.D. Oigan, y un poco de optimismo no le viene mal a esto. Y que mejor que un poco del sonido efervescente de La Casa Azul.


lunes, 1 de agosto de 2011

Deltoides, tiroides, locos y aristas.

Me desgarré el músculo deltoides persiguiendo a la cordura. Rendido, me senté en el borde de la acera, en el límite donde los coches pasan como centellas con su infatigable prisa. Allí sentado noté una presencia. Era la locura, que me observaba con unos ojos negros, profundos, en los que creí atisbar la irresponsable sensatez del que se sabe vencido. Solemne, sacó una botella de champan francés y dos copas, y sin dejar de observarme dijo "Fuiste valiente"

Y yo, resentido todavía de mi dolor en el tiroides, le contesté con una voz, que no era mi voz, si no la suya : "Fui valiente y fui cobarde, feliz y desdichado, cicatriz con aristas, noche tornasolada y rosa sin espinas. Fui tantas cosas, y no fui nada... pero siempre fui loco"

Me di cuenta de ello allí, pero el mundo continuó con su absurda idea de seguir existiendo un segundo más. Y los coches siguieron con su infatigable carrera sin meta final. Ajenos todos a tan espectacular acontecimiento.Me di cuenta de ello allí, mientras la locura me rodeaba con sus brazos y me observaba con esa mirada de serena insensatez del que se sabe vencido.

Sólo que esta vez había vencido ella.

lunes, 13 de junio de 2011

Extremos.

Recuerdo aun el olor y el sabor de tu sexo y tu boca,

la oquedad que bailaba entre las pausas de las agujas del reloj,

meciéndose al compás de tus embestidas.

Fue tu entrada en mis tinieblas,

fue tu daga sesgando de soslayo

la poca pureza de una noche,

tan llena de alcohol como vacía de sentido.

Pero es sobre todo el recuerdo de tu entrada,

del sesgo de tu daga,

lo que quiebra mi sosiego,

lo que me enciende las entrañas.

El recuerdo de aquella noche en la que fuimos todo.

pero sobre todo, el recuerdo de que

en aquella noche no fuimos nada.

jueves, 26 de mayo de 2011

Donde habitan los miedos

Me levanto polvoriento y apolillado, cada mañana, resentido por cada segundo que arrastro. Me visto con ganas de romper la ropa, desayuno entre arcada y vómito, hablo en silencios, ...y rio, rio por no llorar. Tan solo el agua ardiendo de la ducha aviva el fuego de mis deseos. Vivo, así, casi a trompicones, asustado y sin rumbo.

Pero en esta mañana sangrienta, en la que el mundo aparece ribeteado de jirones de suspiros, me acompaña la certeza de que si cerrase fuertemente los ojos, abandonándome a la nada, podría dejar de ser yo, para pasar a ser nadie. Y convertirme así en el caminante sin nombre, que recorre el universo en parpadeos, esquivando los silencios que osen romper la tranquilidad de su infinito bullicio interior.

Y finalmente, acercarme a ti, al abismo de tu boca. Dónde habitan enjauladas, enmarañadas entre líneas infinitas que esperan impacientes el acto final, mis mas míseras obsesiones.






A la niebla salmantina
, que tanto tiempo nos acompañó...
... al verano salmantino, que sofoca nuestros mundos.



viernes, 6 de mayo de 2011

Puestos a pedir

Y dime ¿cuándo ya no te quede nada?¿cuándo todo lo que te rodee no sea más que un eterno enjambre de estiércol? Entonces, dime, ¿que harás?

Seguir adelante, siempre hacia adelante. Pase lo que pase, caiga quien caiga.

"Cada error en cada intersección,
No es un paso atrás,
Es un paso más."

Vetusta Morla - Mapas

sábado, 16 de abril de 2011

Irrealidad de los pensamientos

-¿Qué piensas tu de los arcoiris?
-¿Los arcoiris? Son tan solo un fenómeno óptico, como otro cualquiera, sólo que con colores y la mar de horteras. No comprendo porqué a la gente les gusta tanto.
- Jajajaja. Ten cuidado
- ¿Por qué?
- Porqué si sigues así, acabarás pensando que la melodía de uan flauta no es más que aire adulterado, que el mar es un montón de agua salada, que una sonrisa es tan solo una boca abierta. O que el viento, es tan solo eso, viento, y no los susurros que mezclan la poesía con el mundo.
...
¿No dices nada?
- Uf, eres lo más estupidamente romántico que he conocido jamás.

"And rainbows are colouring the sky"
The Sunday Drivers - Rainbows of colour