jueves, 25 de noviembre de 2010

Vacío

Cayó el telón y yo me quedo acurrucado en una esquina. Silenciosamente bramo que no volverá a ocurrir. No dejaré que pase una escena más sin dejar de gritar que todo es mentira, que al final el héroe morirá. Pero acaba un día más, y el telón vuelve a caer. Y yo enmudezco. Se deshace la máscara y el obsceno maquillaje, ya carcomido por el tiempo y los focos, y entonces no queda nada. Tan solo una fina cáscara, leve y quebrada por mil esquinas, que no esconde más que silencios.
Y aunque en el fondo de la sala aun se oye el eco de los aplausos y los sibilinos susurros de las voces que antes invadian el mundo todavia reboten en las paredes, yo ahora me siento podrido, irremediablemente solo en mi pequeña cárcel de miedos.


"...y cándido sella el pacto sin saber que naufraga en la página virgen, en el vértice de la línea, en la nada cuel de la rosa demacrada donde no estoy yo ni está el hombre.
"

El loco al que llaman rey - Leopoldo Maria Panero

Sinfonía de la caida - CapÍtulo III

Estático

...Porque en noches como ésta, de cafés, insomnio y lágrimas, el cielo se derrumba sobre mi pero yo no se reaccionar. Y me quedo acongojado, al borde del precipio, con el cielo reventando en mi cabeza. Inmóvil, esperando encontrar las palabras justas que necesito para precipitarme con el viento, hasta rozar la furia del mar.

Se que esta vez no, no voy a caer de pie. Pero tengo que saltar.


"Vidas que dejé cruzadas, vienen persiguiendome"
Vidas cruzadas - Quique González


Sinfonía de la caida - CapÍtulo II

viernes, 12 de noviembre de 2010

Caeré.

Hoy sólo quiero saltar, subir los escalones de tres en tres. Quiero correr por la calle como un loco, creando, a base de zapatazos, borrascas de hojas caducas a mi alrededor. Quitarme el frío con un chupito de aguardiente y que aun así, me quede roja la nariz. Quiero quedarme sin aliento, agotado y suspirando por haber sabido ser feliz. Quiero quedarme un segundo, suspendido en el bordillo de la calle, y creer por un momento que hoy no voy a caer. Sólo hasta que el viento me devuelva a la realidad.


Sinfonía de la caida - CapÍtulo I