En mis sueños hay todo
tipo de cosas. Si quieres un dia te invito a ellos. Encontrarás muertes,
pitonisas, ritos y danzas. Una vez soñé que dormía sobre un lecho de hierbas
grises y negras, recuerdo aun notar el frio abrazo de la madrugada y sus besos
de rocío. He llegado a soñar los parajes más innombrables. He llegado incluso a
creer que comprendía el mundo.
¡Qué locura! Pensarás.
No te preocupes, fue un espejismo, nada más. Esa valiente hija de puta se me
escapa siempre de entre las manos.
He soñado tantas veces,
tantas veces he creído.
Sueño, y al soñar
muero. Porque todo lo que sueño no es más que sucia mentira, vientre yermo de
ilusiones. La vida no es sueño, ni el sueño da vida. Ambas son solo la muerte.
Muerte, vida y sueño; las tres caras de una moneda imposible.
Sueño, y al soñar
revivo. Pues la muerte del sueño no es más que la Puerta de San Pedro. ¡Quién
quiere dioses! ¡Quién quiere cielos! Si se pueden soñar dioses y cielos, ¿Qué
son más que la ínfima parte de un sueño? Una vez enfrenté a 100 mil dioses,
todos engalanados con sus mejores armas. Martillo, truenos y alabanzas
cubrieron el cielo bajo el que se vio tal festín de divinidad. Solo quedó
polvo.
El sueño es mi Dios, y
por el vivo, muero y revivo. La plenitud al alcance de mi mano. La gloria
eterna se encuentra entre mis sabanas. ¡Viva el sueño! Durmamos todos una noche
eterna y apagada. ¡Soñemos! Soñemos ríos caudalosos, risas y sueños. Yo lo
seguiré haciendo, pues soñar es creer que, pese a todo, este mundo merece la
pena.
Soñare montañas
escarpadas que serán tu nuez esculpida. Transformaré brisas y océanos en el
aliento de tus labios al besarte. Soñaré que sueño contigo. Porque, te lo digo
aquí y ahora, despierto y vivo, que entre todos mis sueños, sobre todos los
sobre todo, estás tú.
y hacia mí vinieron todos los sonidos de la tierra"
091 - La noche que la luna salió tarde.