Arde,
arde conmigo, ardamos. Ardamos en la noche más oscura.
Sólo
te pido una cosa: acompáñame en este salto. Cógete de mi mano y subamos juntos
a ese trampolín. Es fácil, salto mortal, triple tirabuzón hacia atrás, y el
infinito se quedará corto para todo lo que nos queda por vivir.
"Y que yo pueda, al fin, correr en fuga loca,
inundando las tierras como un río terrible,
desatando estos nudos, ah Dios mio, estos nudos
destrozando,
quemando,
arrasando
como una lava loca lo que existe,
correr fuera de mí mismo, perdidamente,
libre de mi, furiosamente libre.
¡Irme,
Dios mio,
Irme!
Pablo Neruda
"Y que yo pueda, al fin, correr en fuga loca,
inundando las tierras como un río terrible,
desatando estos nudos, ah Dios mio, estos nudos
destrozando,
quemando,
arrasando
como una lava loca lo que existe,
correr fuera de mí mismo, perdidamente,
libre de mi, furiosamente libre.
¡Irme,
Dios mio,
Irme!
Pablo Neruda
Si Neruda estuviera enamorado de ti y leyera ésto no le haría falta irse. Le echarían tus palabras.
ResponderEliminarGracias por hacerme llorar.