lunes, 14 de diciembre de 2009

Reminiscencias de un despegue forzoso.


Las ultimas noches del año agonizan tras las ventanas de mi habitacion a oscuras. Lejos quedan ya los momentos en los que coqueteabamos con el Sol y con las hojas de los arboles. Ya todo eso ha pasado, y ahora sólo nos queda la exigua luz carcomida por la gelidez del viento. Aquí, en Salamanca, hemos decidido adelantar las agujas del reloj, y el 2009 ha caido en el olvido. Por eso, es el momento, no de hacerse promesas que nadie cumplirá, si no de recordar lo que hemos vivido, de saber si hemos aprendido a volar.

Aun bajo la luz del verano, fuimos abandonados en tierra inhóspita. Momentos duros que todos recordamos. Pero la tristeza se desvanecio pronto. Era el principio, conocias a una y otra persona, poco a poco empezabas a encajar. Dimos nuestros primeros pasos, y nos sentiamos orgullosos. Sin duda así deben sentirse los bebés al aprender a andar, y nosotros eramos bebés, bebés huerfanos(o sin pulmones) y no nos quedaba más remedio que confiar que en el siguiente paso iba a haber suelo, o que alguien nos iba a sujetar.

Eramos felices aun sin darnos cuenta, pues nada es tan bonito como cuando empieces a conocerlo, como la primera vez, siempre maravillosamente mitificada. Y así empezaron las noches, aparecieron en el cielo salmantino, y el sol dejó de tener importancia. Demasiados momentos en poco tiempo para explicarlos de manera organizada. Pero poco a poco esa explosion de éxtasis dio paso a una felicidad más relajada. La luz del sol volvió y lo hizo resplandesciente. Infinitos sentimientos... he ido y venido, y estoy tranquilo, con eso deberia bastar.


Nos equivocamos, si, y volveremos a hacerlo, no os quepa duda. Pero lo más importante de todo es que hemos perdido el miedo. Hemos tocado el fuego y despues de quemarnos, hemos lavado nuestras heridas para poder bañarnos en él. Y lo hemos hecho juntos.Se agotan las lunas de diciembre, pero el sol de enero nos espera. Ahora toca descansar, apartarnos de este micromundo durante un tiempo, tomar una bocanada de aire para volver a empezar. Y lo haremos con fuerza e ilusión, porque no estamos solos, porque hemos aprendido a volar, en manada. Os hecharé de menos salmantinos. Allá vamos Gijón.

"Probablemente no encontremos el camino, pero nos sobrarán las ganas de volar"
Maldita Nerea - El secreto de las tortugas


(Fotos: 1.Nochevieja universitaria con arbolito incluido 2. Marrini y Pau.)

1 comentario:

  1. Mi pedro, siempre me dará envidia tu preciosa madera de filólogo ^^

    te voy a echar munchimmo de menos pequeño, pero en menos que se dice aqui estaremos otra vez, carcomidos por la angustia de los porrones de exámenes que nos esperan pero siempre con nuestras tontunas ^^

    Esta noche (quiero dejarme llevar xD) nos despediremos a lo GRANDE!!

    T´estim molt

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