viernes, 12 de noviembre de 2010

Caeré.

Hoy sólo quiero saltar, subir los escalones de tres en tres. Quiero correr por la calle como un loco, creando, a base de zapatazos, borrascas de hojas caducas a mi alrededor. Quitarme el frío con un chupito de aguardiente y que aun así, me quede roja la nariz. Quiero quedarme sin aliento, agotado y suspirando por haber sabido ser feliz. Quiero quedarme un segundo, suspendido en el bordillo de la calle, y creer por un momento que hoy no voy a caer. Sólo hasta que el viento me devuelva a la realidad.


Sinfonía de la caida - CapÍtulo I

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